Alguna vez habremos sentido que debemos estar a la defensiva, un sentimiento difuso, como de huida, o talvez una mezcla entre desasosiego, inquietud como si se estuviera en alarma constante sin razón aparente, bueno, pues eso es un bosquejo de lo que significa la ansiedad. Sin embargo, muchas veces confundimos el miedo con la ansiedad, por lo tanto vamos a empezar distinguiendo entre estos dos. El primero es un temor específico, objetivo, determinado ante algo que puede o no pasar, pero siempre es algo que proviene de afuera. Mientras que la ansiedad, es una vivencia de temor difusa, vaga, que quizá comparta la sensación de indefención y temor, pero esta sensación no la produce nada objetivo, no hay objeto exterior, ni siquiera una impresión en concreto. Además, una característica cognitiva (mentalidad) de la ansiedad es que todo se vive con miedos, malos presagios, no se puede luchar contra ella de forma racional.

La ansiedad también podría aparecer como un síntoma más de una enfermedad.
La ansiedad no es un fenómeno unitario, es decir, que en su complejidad tiene varios componentes esenciales que provocan cuatro sistemas de respuesta:
- Respuesta física: Activación del Sistema Nervioso Autónomo que dan como resultado manifestaciones en el cuerpo como: sequedad de boca, dificultad respiratoria, despeños diarreicos, vértigo, pellizco gástrico, taquicardia, sudoración de manos o en general, dolor sentido en el centro del tórax, ganas de vomitar.
- Respuesta cognitiva: Se procesa la información con fallas en la percepción, memoria, y a nivel general la forma de utilizar los instrumentos de la inteligencia. Puede haber inquietud mental, pensamientos negativos en forma repetitiva, dificultad de concentración, una noticia, idea o sugerencia altera enormemente, anticipación a lo peor, se acuerda más o pronostica más lo negativo que lo positivo.
- Respuesta conductual: Aquello que el cuerpo hace o cómo responde ante la situación , todo aquello observable. Van desde los estados de alerta, sobresaltos y rigidez, hasta la irritabilidad, temblores en manos, o pies o el cuerpo, altibajos en el tono de voz, inquietud, morderse las uñas necesitar estar tocando algo o haciendo un sonido con manos y/o pies.
- Respuesta asertiva: Es decir, todo contacto con alguien. Se ve afectada la conversación que se tenga con alguien de manera tal que cuesta iniciar conversaciones, o presentarse a sí mismo, o responder ante una situación de reunión social, bloqueo de cómo interactuar, estar pendiente de lo que los demás puedan opinar, dificultad para mostrar desacuerdo o decir un "no", querer pasar desapercibido, etc.

A veces la ansiedad aflora súbitamente, tras algún padecimiento o acontecimiento pasado, así, sin previo aviso.
Tanto la ansiedad como el miedo son experiencias de anticipación a lo peor. Sin embargo, la ansiedad sostenida persistente es la antesala a una infinidad de enfermedades psicosomáticas musculares, gastrointestinales y es potenciadora de otras enfermedades debido al sometimiento del estado de alerta que afecta el sistema inmune. Además, existen dos tipos de fenómenos clásicos relacionados con la ansiedad: Por un lado, los Ataques de Pánico y por otro lado la Ansiedad Generalizada. Cada cual bien diferenciada en intensidad, duración y manifestación sintomatológica. Cabe mencionar que la Ansiedad conocida como angustia existencial no será tomada en cuenta aquí, pues no es patológica per se, todo ser humano posee sus dosis de angustia existencial por el simple hecho de ser un ser humano y tratar de explicarse de dónde venimos, adónde vamos o qué sentido tiene la vida en sí.
¿Cómo se produce la ansiedad?
Bien, una parte de ella puede provenir de adentro (endógena) y otra de afuera (exógena) esta última sería a partir de acontecimientos o estímulos provenientes del medio como por ejemplo crisis de la identidad personal, tensión emocional tras una decisión, algún conflicto súbito, dificultades laborales, problemas financieros , pérdidas de relaciones sentimentales o de seres queridos, y un sin número de eventos posibles desencadenantes. La ansiedad endógena es más un patrimonio físico, depende de la genética, de la herencia o bien, de cambios en el organismo que no pueden ser explicados por un acontecimiento externo y que hacen que el cuerpo en sí funcione diferente.
Hay que mencionar que los ataques de ansiedad y de pánico suelen evolucionar hacia el mundo de las fobiar, y aunque no siempre es posible señalar una dinámica tan clara entre la ansiedad y una fobia es importante comprender bien cómo se da el desplazamiento que consigue el temor difuso de la ansiedad por un temor en concreto que se consolida en un objeto del mundo real, cómo esta se arroja hacia afuera mediante el análisis personal de sitios, hábitos de vida, tensiones familiares, personales, profesionales y mecanismos defensivos que den paso a la fobia.
Para finalizar es importante señalar que la ansiedad y la depresión son los trastornos más característicos de la vida afectiva, ambos evidencian la forma de experimentar las pasiones, las emociones y los sentimientos. Pueden darse la ansiedad y depresión en cualquier estilo vivencial con mayor o menor intensidad, duración y agudeza. Por ello, muchas veces nos encontramos ansiosos sin siquiera darnos cuenta. A veces el hecho de negar la presencia de emociones que percibimos como desagradables: tristeza, frustración, ira, desamor, resentimiento, es para algunas personas una de las fuentes más comunes de ansiedad. Para otros la ansiedad también puede ser generada por una sobrecarga mental, cuando un pensamiento se vuelve demasiado rumiativo (persistente) y esto conlleva a la activación del sistema nervioso simpático. Y, para otras personas la ansiedad puede presentarse de formas tan sutiles como una repentina taquicardia, entumecimiento muscular, sudoración, evitación inconsciente de situaciones.
Existen varias formas terapéuticas de abordar la ansiedad. Se puede trabajar para volver a un punto en donde la ansieda sea a penas la suficiente, o bien, a un punto de ansiedad positiva. Se puede aprender a gestionar los estímulos tantos externos como internos que provocan dicha ansiedad.