La conexión entre la psicología y las deudas es un tema complejo que examina cómo los factores emocionales, cognitivos y conductuales influyen en la forma en que las personas gestionan sus deudas y el impacto que estas tienen en su salud mental.
La psicología de las deudas es un campo que resalta la importancia de abordar no solo los aspectos financieros, sino también los emocionales y psicológicos para encontrar una solución integral. Aunque en Costa Rica aún no se ha desarrollado ampliamente, en otros países se continúan actualizando estudios y adaptando herramientas para comprender en profundidad la compleja interacción entre la mente, las emociones, la percepción del dinero, los modelos políticos, la globalización, los estudios sobre la felicidad, las expectativas sociales, y la necesidad, todo ello en conjunto con el ámbito financiero.
Las deudas son una fuente significativa de estrés y ansiedad. Las preocupaciones sobre el pago, las tasas de interés, y las posibles consecuencias legales pueden generar una ansiedad constante que afecta la calidad de vida. Inclusive, en casos severos, la carga de la deuda puede llevar a la depresión, especialmente si la persona se siente atrapada sin una salida clara. Muchas personas se sienten culpables o avergonzadas por estar endeudadas, lo que puede afectar su autoestima y su percepción de sentirse capaces de organizarse y salir de la deuda de una vez por todas. Por otra parte, estudios han demostrado una correlación entre altos niveles de deuda y problemas de salud mental, incluyendo no solo ansiedad, sino también depresión y trastornos del sueño. Se habla inclusive de ciclos viciosos ya que, la angustia mental causada por las deudas puede llevar a comportamientos que empeoran la situación financiera, creando un ciclo vicioso de deuda y deterioro de la salud mental.

Es significativo mencionar que las deudas pueden ser una fuente importante de tensión en las relaciones de pareja. Las diferencias en actitudes hacia el dinero o la falta de comunicación sobre las finanzas pueden generar conflictos . La comunicación abierta y honesta sobre el dinero es esencial para una relación saludable, pero a menudo es un tema difícil de abordar. Hay parejas muy abiertas, es decir expresivas y anuentes a tratar temas dentro de la relación (por ejemplo de sexualidad, de deseos de tener hijos o no, de planes o anhelos). Sin embargo, no precisamente esto garantiza que en temas de dinero la comunicación sea igual, hay muchos tabúes alrededor del tema.
Puede pasar que el ocultamiento de información financiera, como deudas, gastos excesivos o ingresos adicionales, puede erosionar la confianza. Estos "Secretos financieros", pueden ser tan dañinos para la relación como la infidelidad emocional o física. Otras de las razones por las que hay fallos en la comunicación financiera suele ser la dificultad para expresar o alinear las expectativas sobre cómo se deben manejar las finanzas pueden diferir ampliamente. Por ejemplo, una persona puede asumir que ambos contribuirán equitativamente a los gastos, mientras que la otra espera que los ingresos se compartan de manera diferente. O bien, se pueden tener ideas diferentes de los roles financieros. Las parejas también pueden tener diferentes ideas sobre quién debe manejar las finanzas. Si una persona asume el control total sin consultar a la otra, o si ambos evitan la responsabilidad, todo lo anterior pueden desatar resentimientos y o /mayor problemas financieros.
Si ha llegado hasta aquí y la información le ha hecho identificarse con su propia experiencia o la de un ser querido, quizá sea conveniente leer hasta el final este post.

Analice los siguientes comportamientos y patrones psicológicos:
- ¿Evita usted enfrentar sus deudas? Sabía que algunas personas evitan enfrentar sus deudas, ya sea ignorando las facturas, evitando la revisión de sus estados de cuenta o posponiendo la toma de decisiones financieras. Este comportamiento todas las veces puede agravar la situación. Muchas veces el sesgo(fallo) mental de creer que no se tiene el control sobre su situación financiera puede desarrollar una actitud de desesperanza aprendida, por lo que se termina pensando que "deporsí" cualquier esfuerzo es inútil.
- ¿Existe en su vida algún gasto compulsivo? Sabía usted que existe la "Adicción al gasto". El gasto compulsivo o la adicción al crédito pueden estar relacionados con la búsqueda de alivio emocional temporal, lo que lleva a un ciclo de endeudamiento. Muchos de estos gastos se llegan a justificar con "pensamientos de corto plazo" como el querer algo para "ser feliz", creer "necesitar algo" y llevar a cabo esas decisiones impulsivas , como recurrir a préstamos rápidos o tarjetas de crédito sin considerar las consecuencias futuras.
- ¿Racionaliza sus decisiones a pesar de saber en el fondo que eso traerá más problemas? Los endeudados a menudo racionalizan sus decisiones, justificando nuevas deudas con la esperanza de que las cosas mejorarán en el futuro. Muchas justificaciones están siendo sustentadas por sesgos de optimismo que les hace subestimar la gravedad de su situación financiera, creyendo que podrán pagar más adelante sin cambiar su comportamiento actual.
Estudios han demostrado una correlación entre altos niveles de deuda y problemas de salud mental. La creciente presión por mantener un estatus social, o incluso aparentarlo más allá de las propias posibilidades, agrava esta situación. Estamos inmersos en una cultura de consumo en la que gran parte de nuestra identidad se define por lo que adquirimos. Por lo tanto, es crucial abordar los aspectos financieros junto con los elementos emocionales y psicológicos para encontrar una solución integral y sostenible.